Retórica en la elaboración de textos

USO DE LA RETÓRICA PARA LA ELABORACIÓN DE TEXTOS

Según el Diccionario de la Real Academia (DRAE) se trata del "arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover"

LAS TRES PARTES DE LA RETÓRICA
La invención (inventio): fase de preparación en la cual el escritor u orador busca las ideas que quiere transmitir y los temas que desea abordar.


La disposición (dispositio): fase en la que se organizan ─se disponen─ las ideas. La elocución (elocutio)

Después de haber hallado sus ideas (invención) y de haberlas organizado lógicamente (disposición), al autor solo le resta ahora encontrar las palabras adecuadas para dar forma a su composición. Eso se hace en la última fase, llamada elocución. En esta etapa el autor tiene que ocuparse principalmente del estilo que quiere imprimirle a la composición





Exordio o comienzo


Corresponde a lo que hoy llamamos, simple y llanamente, introducción. En el exordio se busca despertar la curiosidad del público (o del lector) por el tema que se va a tratar. Para lograrlo, es necesario presentar dicho tema breve y claramente
Cuerpo o desarrollo

El cuerpo o desarrollo consta de dos grandes partes. La primera, que en latín recibía el nombre de narratio, constituye una declaración de los hechos que el público debe conocer antes de que se presenten los argumentos principales.


La segunda, conocida como la argumentación, puede subdividirse a su vez en dos partes:

la confirmación y la refutación.

En la confirmación se presentan y se prueban los argumentos o razones que respaldan la tesis del escritor u orador.

En la refutación se contradicen, una a una y dando razones, las tesis relevantes que puedan surgir como oposición a la tesis defendida por el autor.


Peroración o conclusión

En la conclusión se suele reiterar la tesis y hacer un resumen de los argumentos que la prueban.

Es también el momento indicado para dar la "estocada final" al lector u oyente; es decir, para inspirarlo, convencerlo de que las ideas expuestas son verdaderas y persuadirlo de que haga algo o piense de cierta forma. Para lograr todo esto, el autor debe ser capaz de despertar las emociones del público mediante un uso sofisticado de la palabra.

Los estilos retóricos
Claridad

El buen estilo debe ser claro, es decir, limpio, transparente e inteligible (fácil de comprender). Y esto indiferentemente de que la composición sea natural, moderada o sublime.

Ornamento
Según el contexto, el escritor u orador debe saber utilizar no solo palabras comunes sino también "adornos", es decir, figuras retóricas (lenguaje figurado).

Pertinencia
La pertinencia es una cualidad fundamental del buen estilo pues permite saber qué viene a propósito y qué no según el mensaje que se quiere transmitir y la audiencia a la cual uno se dirige..

Corrección
La corrección tiene que ver con el dominio de las convenciones de la lengua hablada y escrita: gramática, ortografía y redacción, cuando se trata de textos escritos; pronunciación y entonación, además de las anteriores, cuando se trata de discursos o presentaciones orales.



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